En un contexto tan incierto y cambiante como el actual, la necesidad de seguridad jurídica se incrementa, especialmente en aquellas actividades que, como el transporte marítimo, se desarrollan de manera internacionalizada y a escala global.
De manera particular, estas necesidades están relacionadas, como argumenta la Uctad en su reciente informe, con la exigencias de seguridad del tráfico marítimo y las operaciones portuarias en un escenario de cambio climático, así como con los registros y abanderamientos fraudulentos.
Por lo que respecta a los efectos del cambio climático, el organismo internacional concluye que puede considerarse un riesgo comercial que, como tal, debe figurar en los contratos de transporte marítimo, especialmente por los efectos que puede tener llegado el caso en la duración de los viajes y en posibles retrasos de las escalas. Esta misma situación afecta también a los conocimientos de embarque y la aplicación de cláusulas de fuerza mayor, por ejemplo.
En lo que tiene que ver con las banderas de conveniencia y otros usos fraudulentos del abanderamiento, la Unctad insiste en la necesidad de una regulaciónmás concreta de estas prácticas, especialmente en lo que tiene que ver con la protección de las tripulaciones.
Para ello se necesita una mayor colaboración entre países y registros más transparentes, que permitan evitar problemas que pudieran generarse en el tráfico marítimo internacional.