Las tasas del transporte marítimo de contenedores alcanzarán niveles que no se han visto desde la pandemia

La incertidumbre existente, sumada a las interrupciones en las cadenas de suministro, están alimentando el aumento de las tarifas, pero es la velocidad y magnitud de este reciente repunte lo que ha tomado al mercado por sorpresa.

31/05/2024 a las 11:03 h
Algunas empresas ya están enviando carga para el periodo navideño en mayo.
Algunas empresas ya están enviando carga para el periodo navideño en mayo.

Las tarifas 'spot' en el transporte marítimo de contenedores superarán el nivel registrado en el punto álgido de la crisis del Mar Rojo cuando la última ronda de subidas se traslade al mercado el 1 de junio. El sector ha experimentado subidas rápidas y espectaculares durante el mes de mayo y se prevé que continúe con un mayor crecimiento.
 
Peter Sand, analista jefe de Xeneta, asegura que el 1 de junio, las tarifas 'spot' alcanzarán un nivel que no se ha visto desde 2022, cuando la pandemia del Covid-19 todavía estaba sembrando el caos en las cadenas de suministro del transporte marítimo.
 
La incertidumbre existente, sumada a las interrupciones en las cadenas de suministro, están alimentando el aumento de las tarifas, pero es la velocidad y magnitud de este reciente repunte lo que ha tomado al mercado por sorpresa.

Entre Extremo Oriente y la costa oeste de EEUU, se espera que los fletes alcancen los 5.170 dólares/ FEU el 1 de junio, superando el máximo de la crisis del Mar Rojo de 4.820 dólares registrado el 1 de febrero. Esto supone un aumento del 57% durante el mes de mayo y los precios más altos en esta ruta en 640 días.
 
Desde el Lejano Oriente a la costa este de EEUU, se espera que lleguen a los 6.250 dólares/ FEU, sólo ligeramente por debajo del pico de la crisis del Mar Rojo de 6.260 dólares, con un aumento del 50% desde el 29 de abril.
 
Las tasas también superarán el máximo de la crisis en el comercio entre Extremo Oriente y el norte de Europa, alcanzando los 5280 dólares/ FEU el 1 de junio, frente a los 4.839 dólares del 16 de febrero. Este será el nivel más alto alcanzado en esta ruta en 596 días y supone un aumento del 63% desde el 29 de abril.
 
La situación es similar en la ruta entre Extremo Oriente y el Mediterráneo, donde se espera que los fletes superen el máximo alcanzado el 16 de enero de 5.985 dólares/ FEU y lleguen a 6.175 dólares el 1 de junio. Esto supondría un aumento del 46% durante el mes de mayo y los precios más altos registrados en la ruta en 610 días.

Los factores que se esconden detrás de la subida

El mercado se está viendo muy afectado por un cóctel de factores, entre ellos el conflicto en curso en el Mar Rojo, la congestión portuaria y la decisión de los cargadores de adelantar las importaciones antes de la tradicional temporada alta del tercer trimestre.
 
Los importadores han aprendido la lección de la pandemia y la forma más directa de proteger las cadenas de suministro es enviar el mayor número posible de mercancías lo más rápido que puedan. Algunas empresas ya están enviando carga para el periodo navideño en mayo.
 
La llegada anticipada de la temporada alta se suma a la incertidumbre que se vive en el mercado. Las navieras han intentado compensar los desvíos en el Mar Rojo aumentando los transbordos en el Mediterráneo occidental, así como en Asia, pero esto ha provocado una grave congestión portuaria en varios hubs.
 
Al mismo tiempo, han tratado de reajustar la capacidad de otras rutas importantes para hacer frente a las mayores distancias de navegación alrededor del Cabo de Buena Esperanza en los servicios desde Extremo Oriente a Europa y la costa este de EEUU, pero esto ha contribuido al aumento de las tarifas en rutas como la Transpacífica, que no transitan por el Canal de Suez.

Desde Xeneta, no obstante, creen que aunque las tarifas volverán a subir el 1 de junio, el crecimiento no será tan rápido como en mayo, lo que podría indicar una ligera relajación de la situación. En cualquier caso, las navieras darán prioridad a los cargadores que paguen las tarifas más altas y la carga perteneciente a los que pagan tarifas más bajas en contratos a largo plazo corre el riesgo de quedarse en el puerto.
 
Igualmente, los transitarios se están viendo afectados por nuevos recargos y empujados a contratar servicios premium para tener garantizado el espacio a bordo de los buques. En estos casos, no tienen otra opción que repercutir estos costes directamente a sus clientes cargadores.
 
Las navieras, además, seguirán presionando para que los fletes sean cada vez más altos, por lo que la situación todavía puede empeorar para los cargadores antes de mejorar.

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