En los últimos años, el transporte de contenedores se ha convertido para cargadores y propietarios beneficiarios de la carga, BCOs, en un incesante ciclo de disrupciones, retrasos y volatilidad de las tarifas de flete. Los datos de Drewry muestran que ya se han registrado cuatro o cinco años de enorme volatilidad, dependiendo del segmento de mercado, y se prevé que el año que viene haya pocos cambios, ya que 2025 será probablemente el quinto año consecutivo de gran volatilidad en las tarifas de flete.
La consultora, que evalúa tanto las tarifas de los contratos marítimos como las tarifas 'spot', ha explicado que los fletes medios en las principales rutas Este-Oeste disminuyeron alrededor del 60% en 2023, pero se espera que hayan aumentado alrededor de un 20% en 2024.
Su modelo de previsión para el escenario principal de huelgas portuarias previstas en EE.UU. en el primer trimestre de 2025 muestra que las tarifas de los contratos marítimos en las rutas a EE.UU. aumentarán el próximo año, a pesar del sustancial aumento de capacidad. También se prevé que las tarifas 'spot' en las rutas Este-Oeste disminuyan en el segundo semestre de 2025.
Incluso en el caso de las tarifas contractuales, que solían ser mucho más estables que las tarifas 'spot', ha habido fuertes oscilaciones de precios desde principios de 2021, con desviaciones típicas en las tarifas medias, que se han multiplicado por más de diez.
Así pues, ya son cuatro años de volatilidad de los precios en las tarifas de los contratos a largo plazo, de 2021 a 2024, pero en el caso de las tarifas 'spot', que suelen utilizar los pequeños cargadores o los grandes transportistas para volúmenes ad hoc o excedentarios, muchos cargadores ya empezaban a notar los efectos de la extrema volatilidad en 2020.
Este año, las tarifas 'spot' parecían haber tocado techo en julio y registraron tres meses de rápido descenso, pero empezaron a subir de nuevo a finales de octubre. En el mercado los contratos a largo plazo, los exportadores e importadores han tenido que batallar con las navieras por posibles recargos por la situación en el Mar Rojo y la temporada alta. De hecho, debido a la escasez de capacidad, han podido imponer recargos en las rutas asiáticas.
Los cargadores deben ser conscientes de que el sector del transporte marítimo seguirá sufriendo perturbaciones y de que existen riesgos y es necesario contar con planes de contingencia y una gestión activa de los proveedores. La capacidad de recuperación exigirá una forma diferente de investigar, seleccionar y trabajar con las navieras o los proveedores logísticos, así como una mayor atención a la evaluación de los riesgos geopolíticos y la respuesta a los mismos.