
La futura conexión del puerto de Tarragona con el tercer hilo ferroviario dará nuevos pasos en las próximas semanas, cuando Adif llevará a cabo obras en sus vías de conexión con el puerto para dejarlas preparadas para la circulación de trenes con ancho europeo.
En concreto, se instalará el tercer hilo ferroviario en los tramos de vía general que permitan el acceso al recinto portuario tanto por la zona sur como por la zona norte. Esto supondrá una afectación mínima para la instalación logística, ya que en el caso de la zona sur se harán en fin de semana y, en la zona norte, sólo supondrán una limitación de la longitud de los convoyes.
Desde la Autoridad Portuaria, han trabajado intensamente con Adif para conseguir que las obras interfirieran lo menos posible con las operativas ferroviarias programadas y garantizar la prestación del servicio.
Los trabajos se desarrollarán en dos fases. En la primera, estarán centrados en la conexión de la zona sur del puerto, que agrupa las operativas de la Terminal Intermodal de La Boella. En esta fase, las obras se concentrarán en el fin de semana del 15 y 16 de marzo, por lo que no habrá ninguna afectación directa a la circulación de ferrocarriles que entren o salgan del puerto.
La segunda se centrará en la conexión de la zona norte del puerto, que incluye las operativas ferroviarias de los muelles de Castilla, Aragón y Estación Química. En este caso, tendrán una duración de una semana, entre el 17 y el 29 de marzo.
Adif confirmará próximamente las fechas exactas en las que se llevarán a cabo los trabajos. En este caso, la afectación derivada de las obras se limitará exclusivamente a una reducción de la longitud máxima de los convoyes.
Cabe destacar que el puerto dispone desde hace años de 10,3 kilómetros de red interna de ancho UIC, por lo que la infraestructura está preparada para empezar a operar servicios con ancho europeo tan pronto entre en funcionamiento el tercer hilo.
Cuando el Corredor Mediterráneo sea una realidad, se podrán realizar envíos directos a cualquier punto del continente europeo, lo que mejorará su conectividad y competitividad. Esto le permitirá posicionarse como un nodo logístico estratégico gracias a su ubicación como punto de conexión natural entre los corredores Mediterráneo y del Ebro, lo que facilitará la conectividad del interior de la península Ibérica con el resto del continente.