El año pasado, los puertos españoles han movido un total de 2,74 millones de automóviles, un 23,1% más que en 2022, según los registros del último informe sectorial sobre valoración de la logística marítimo-portuariadados a conocer esta semana por Anfac.
El tráfico portuario de vehículo terminado crece así por segundo año consecutivo impulsado en el caso de 2023 por el incremento de la producción automovilística española que, a su vez, también ha favorecido los flujos de exportación.
Como consecuencia, el transporte marítimo alcanza una cuota modal en el segmento de un 55%, 6,6 puntos básicos por encima del registro de 2022.
Con más detalle, la asociación empresarial de fabricantes de automóviles sitúaal puerto de Tarragona como primero en su escalafón de valoración con una puntuación de 4,5 sobre un máximo de cinco.
Tras el recinto tarraconense se colocan los puertos de Santander y Sagunto, que comparten la segunda y tercera posición con puntuaciones de 4,4 y 4,2, respectivamente. A su vez, los puertos de Tarragona, Valencia y Vigo son los únicos tres que mejoran su puntuación con respecto a 2022.
En su conjunto, la valoración media de los puertos españoles se mantiene igual, con una puntuación global de 3,9 sobre 5, lo que refleja que sigue lastrada por la congestión portuaria.
Por otra parte, de los indicadores analizados, los aspectos mejor valorados por las marcas son los relacionados con los trámites aduaneros, la carga y descarga de camiones y otras incidencias, seguidos por la accesibilidad por carretera y la manipulación de vehículos en zonas de depósito, con una puntuación de 4,1 sobre 5.
En particular, los fabricantes han destacado algunos aspectos que han mejorado sensiblemente como la percepción de la proactividad de las autoridades, así como la mejora en la accesibilidad a los puertos, tanto en acceso por carretera como por ferrocarril.
Sin embargo, al tiempo, Anfac apunta la necesidad de mejorar las labores de carga y descarga de los barcos, junto con otros aspectos relacionados con agilizar las mejoras del acceso ferroviario y otras infraestructuras necesarias, adaptar los puertos a la nueva realidad en la demanda de servicios, mejorar el grado de flexibilidad del servicio y adaptación a las necesidades de los fabricantes, impulsar la participación activa de puertos y terminales para el paso de vehículos electrificados, seguir avanzando en la utilización de herramientas digitales y de inteligencia artificial para la gestión de los vehículos en los puertos, así como para minimizar las incidencias en la manipulación de los vehículos a través de la formación y concienciación y la implementación de controles en el proceso de la carga y descarga