El puente Francis Scott Key de Baltimore, Estados Unidos, se ha derrumbado tras ser golpeado por un portacontenedores en la madrugada de este martes 26 de marzo. El buque 'Dali', con bandera de Singapur y una capacidad cercana a los 10.000 TEUs, estaba cubriendo un servicio de la alianza 2M entre Asia y la costa este de Estados Unidos.
Los primeros informes sugieren que había unas 20 personas en el puente, de 2,57 km de longitud, en el momento del incidente. Por su parte, todos los miembros de la tripulación, incluidos los dos pilotos, han sido localizados.
Esta embarcación de 300 metros de eslora, sería según indican en Splash247, propiedad de Grace Ocean Investment, había sido fletado por Maersk y era operado por Synergy Group. Había zarpado del puerto de Baltimore a la 01:00 y se dirigía hacia el puerto de Colombo, en Sri Lanka.
Las imágenes del accidente sugieren que el buque, construido en 2015, fue perdiendo potencia de forma intermitente antes de colisionar con el puente. Cabe apuntar que muchas de las terminales portuarias se encuentran detrás del puente derribado, y muchos barcos han quedado atrapados.
El objetivo inmediato es la operación de rescate, pero según explican desde Xeneta, habrá una fase de recuperación e investigación muy compleja y no se sabe aún qué impacto tendrá en las operaciones del puerto de Baltimore.
"Aunque Baltimore no es uno de los mayores puertos de la costa este de EE.UU., importa y exporta más de un millón de contenedores al año, por lo que este suceso puede causar importantes trastornos en las cadenas de suministro", indican desde la consultora. En concreto, en 2023, sus terminales movieron 1,1 millones de TEUs, lo que supone unos 21.000 TEUs semanales que ahora tendrán que desviarse.
Es probable que otros puertos más grandes de la costa este, como Nueva York/Nueva Jersey o Virginia, puedan gestionar importaciones adicionales si Baltimore resulta inaccesible, lo que puede limitar cualquier impacto en las tarifas de transporte marítimo. Sin embargo, la capacidad portuaria disponible es limitada, por lo que las cadenas de suministro serán más vulnerables ante cualquier presión adicional.
Cabe recordar que los servicios de transporte marítimo entre el Lejano Oriente y la Costa Este de EE.UU. ya se han visto afectados por la sequía en el Canal de Panamá y el reciente conflicto en el Mar Rojo, en el que las tarifas aumentaron hasta un 150%.
"La cuestión ahora es la rapidez con la que las navieras pueden poner en marcha los desvíos", aseguran, en particular para los buques que ya están en camino hacia Baltimore o los contenedores que se encuentran en el puerto a la espera de ser exportados.
Lars Jensen, director ejecutivo de la consultora danesa Vespucci Maritime, ha descrito el incidente como un desastre de grandes proporciones que causará importantes perturbaciones en la costa este de EE.UU. a los importadores y exportadores estadounidenses.