Navantia ha cerrado 2023 con una cifra de negocio consolidada de 1.434 millones de euros, un 7% más que en 2022 y con una cartera de pedidos acumulada de 8.214 millones de euros, lo que supone un incremento anual del 11%, tras haber firmado nuevos contratos por importe de 1.746 millones a lo largo del año.
El incremento de los ingresos responde a los avances registrados en la ejecución de los principales contratos, como son el programa S80 de submarinos y el de fragatas F110 para la Armada española, el de corbetas Avante 2200 para Arabia Saudí y el negocio de reparaciones de buques civiles, así como la prestación de servicios para clientes del ámbito de la defensa.
Con más detalle, del total de ingresos, 653,4 millones de euros correspondieron a actividades de Construcción Naval y 310,5 millones a Reparaciones, mientras quie la unidad de Sistemas y Servicios aportó 228 millones de euros y otros 145,2 millones procedieron de Navantia Seanergies, la división de elementos para eólica marina offshore e hidrógeno verde.
Por otro lado, un 65% del importe de los pedidos registrados en 2023 tiene como destino clientes internacionales. Así mismo, un 75% de los nuevos encargos se enmarca en el ámbito de la defensa, donde la cartera acumulada del grupo es de 7.689 millones de euros, un 94% del total.
Por su parte, Navantia Seanergies logró nuevos contratos por importe de 180 millones de euros, acumulando una cartera de pedidos de 447,6 millones de euros, un 8% más que en 2022.
Al tiempo, el astillero público estima que el crecimiento del negocioas, así como las medidas de eficiencia y sostenibilidad adoptadas permitieron mejorar sustancialmente el resultado de explotación, que arrojó pérdidas de 63,3 millones de euros frente a los 98,14 millones de 2022.
A su vez, el incremento de los gastos financieros, debido en parte al aumento de los tipos de interés, elevó el resultado negativo del ejercicio hasta los 121,85 millones de euros.