Entre enero y septiembre, los astilleros han registrado pedidos de buques por un total de 93,6 millones de toneladas de arqueo bruto, según datos de Clarksons recogidos por Anave. La cifra supera los totales de 2022 y 2023, con alrededor de 87 MGT, pero sigue estando por debajo del récord de 2007, cuando se registraron 172 MGT.
No obstante, es probable que se superen los 100 millones de toneladas de arqueo bruto en 2024, un nivel que sólo se ha alcanzado entre 2006 y 2008, en 2013 y en 2021. La gran cantidad de pedidos refleja una fuerte demanda en todos los segmentos, debido a unas condiciones de mercado muy favorables y a los esfuerzos de algunos armadores para asegurarse espacio en los astilleros para la renovación de sus flotas.
El valor estimado de los contratos entre enero y septiembre ha ascendido a 155.000 millones de dólares, un 127% más que la media de los últimos 10 años. Este dato se ha visto impulsado por los precios de construcción de nuevos buques, que han aumentado un 45% desde principios de 2021, según explican desde Anave.
La adopción de tecnologías para mejorar la eficiencia energética también está contribuyendo al aumento de precios, pues los grandes portacontenedores que pueden usar GNL como combustible son 30 millones de dólares más caros que los convencionales. Igualmente, el tamaño medio de los buques encargados se sitúa en torno a las 54.000 GT, un 40% por encima de la media de los últimos 10 años.
Cabe apuntar que los tipos de buques más caros, como gaseros, portacontenedores y cruceros, representan casi un 50% del tonelaje encargado. En cuanto al valor medio de un buque, alcanza ya los 90 millones de dólares, un 30% más que el máximo histórico, registrado en 2022.