El diseño de contenedores resistentes a las plagas ha sido el tema central del Simposio Internacional sobre Optimización del Diseño de Contenedores para Mitigar los Riesgos de Contaminación por Plagas.
El objetivo era abordar el reto mundial que plantean las plagas invasoras cada año y que supone 423.000 millones de dólares cada año. Tal y como se ha explicado, el diseño de contenedores se ha centrado históricamente en la eficiencia de la producción y la durabilidad, pero en una cadena de suministro global también se debe dar prioridad a la resistencia a las plagas.
Repensando el diseño de los contenedores, es posible mitigar los riesgos de las especies invasoras y salvaguardar la biodiversidad, los bosques y el suministro mundial de alimentos. Así, uno de los puntos clave ha sido un estudio pionero del gobierno australiano que comparaba los contenedores estándar con diseños modificados, y revelaba que mientras el 8% de los contenedores estándar mostraban signos de contaminación por plagas, la tasa descendía a sólo el 1,45% en las unidades modificadas.
Los datos recogidos por varios países indican que aproximadamente el 90% de la contaminación por plagas hallada en las superficies externas de los contenedores marítimos está relacionada con las subestructuras, mientras que la contaminación de las superficies internas se asocia principalmente con la tarima.
En el simposio, se han estudiado modificaciones prácticas, como diseños de suelos que eliminen huecos y grietas y eviten agujeros de clavos; subestructuras con menos configuraciones de salientes horizontales; y la eliminación de revestimientos bituminosos. Estos cambios pretenden hacer los contenedores menos acogedores para las plagas invasoras sin comprometer la funcionalidad ni la rentabilidad.
También se ha creado un grupo de trabajo con representantes de los principales propietarios, operadores y fabricantes de contenedores para hacer avanzar las ideas presentadas y presentar propuestas de modificación del diseño de los contenedores.