Frontline ha cerrado un acuerdo para vender sus cinco VLCC más antiguos, construidos en 2009 y 2010, por un importe de 290 millones de dólares, equivalentes al cambio a cerca de 265 millones de euros.
Se espera que los buques se entreguen al nuevo propietario durante el primer trimestre de 2024, una vez se cumplan ciertas condiciones establecidas para finalizar la transacción.
Así mismo, el grupo estima que, descontada la deuda existente sobre las embarcaciones, la transacción genere unos ingresos netos en efectivo de 207 millones de dólares, algo más de 189 millones de euros al cambio.
Con este movimiento, la compañía ha conseguido un buen retorno para buques con una antigüedad de entre catorce y quince años, al tiempo que desinvierte en la parte más contaminante de su flota, tras haber consolidado su posición en el mercado de transporte marítimo internacional de derivados del petróleo en 2023.
De esta manera, también da cumplimiento a su estrategia para disponer de una flota moderna y eficiente en consumo de combustible.
Una vez se acabe esta venta y la entrega de los 24 VLCC adquiridos a Euronav, la flota de Frontline estará compuesta por 84 buques. De todos ellos 41 son VLCC, 25 son petroleros Suezmax y 18 son petroleros LR2/Aframax con un arqueo bruto total de 18,2 millones de toneladas y un antigüedad media de 5,9 años.
