
Los bandazos que está dando la Administración Trump en su política arancelaria se dejan sentir en los fletes del transporte marítimo, e incluso en el clima económico general del país y, por ende, también del planeta entero, hasta el punto de que representantes del Gobierno norteamericano han tenido que salir a desmentir (con la boca pequeña) la posibilidad de una recesión.
De manera particular, esta coyuntura aporta un grado adicional de incertidumbre a la gestión de las cadenas de suministro más internacionalizadas que pierden perspectiva en relación con unos fletes propios de un mercado altamente volátil.
Así pues, parece que muchos de los importadores de mercancía en los Estados Unidos están impulsando incrementos de inventario antes de que entren en vigor los aranceles anunciados, circunstancia que se refleja en la demanda y en una tendencia que podría mantenerse hasta mayo.
Posteriormente, es posible que la demanda se debilite de manera radical en junio y julio, con una bajada que afectará a los preparativos de la temporada alta de fin de año.
Así pues, Freightos estima que las tarifas en los servicios desde China a la costa oeste de los Estados Unidos han disminuido un 25% en la última semana, mientras que las de los que llegan a la fachada este del país han retrocedido un 16%.
A su vez, los precios de las rutas entre el país asiático y el norte de Europa han aumentado levemente un 3% y, de igual modo, las tarifas de los trayectos desde el continente asiático al Mediterráneo no han variado en los últimos siete días.