Esta semana se ha inaugurado una solución pionera de recuperación de frío residual instalada en la terminal de GNL de Enagás en el puerto de Barcelona.
Esta instalación ya está operativa y genera 131 GWh al año de energía local sostenible, con lo que se evitará la emisión de más de 32.000 toneladas de CO2 al año, confirmando el compromiso de Veolia, Enagás y el Ayuntamiento de Barcelona para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y transformar la ciudad en un espacio respetuoso con el medio ambiente.
En el proceso tradicional de regasificación, el GNL llega a la terminal en barco en estado líquido a -160ºC y se utiliza agua de mar para transformarlo en gas natural a temperatura ambiente.
Gracias a esta nueva solución de regasificación y transporte basada en la innovación de Enagás y Veolia respectivamente, este frío residual se recupera y se aprovecha a una temperatura de -20ºC, y se distribuye para abastecer de energía baja en carbono a la zona sur de Barcelona y parte del municipio barcelonés de Hospitalet de Llobregat.
Esta energía recuperada se inyecta a -20ºC en la red de refrigeración urbana con destino a diversas infraestructuras de la zona, como la Fira de Barcelona, oficinas de la Generalitat de Cataluña, centros industriales y otros edificios de uso terciario y equipamientos públicos, así como a clientes residenciales.
Además, Veolia ha firmado un acuerdo de intenciones con Mercabarna, para que pueda utilizar el frío residual recuperado de la terminal de GNL de Enagás en sus siete pabellones del mercado de frutas y hortalizas, la nave del mercado del pescado y varias empresas de actividades complementarias del sector alimentario.
Por otro lado, Veolia y Enagás han firmado un acuerdo para desarrollar oportunidades de negocio conjuntamente, y replicar la solución de recuperación, distribución y comercialización de frío en otras terminales de GNL, tanto en España como a nivel internacional.