
El nuevo modelo de control en frontera de mercancías se ha empezado a uitilizar este jueves, 23 de enero, en todos los puestos de control fronterizo del sistema portuario, aunque circunscrito a mercancías agroalimentarias.
Esta iniciativa se enmarca en el trabajo conjunto desarrollado para la mejora de los servicios de inspección sanitaria y fitosanitaria en frontera, tras la jornada celebrada en julio de 2024 en el Puerto de Algeciras y el balance muy positivo de los proyectos piloto puestos en marcha desde octubre de 2024 en Algeciras y Barcelona.
Recogido en la Orden PJC/756/2024 de 22 de julio, el nuevo modelo equipara, según Puertos del Estado, el sistema de control a los de otros países del entorno europeo y aprovecha sinergias y ventajas derivadas de la digitalización para compartir recursos y modernizar la gestión con procedimientos homogéneos.
Los proyectos piloto desarrollados en los puertos de Algeciras y Barcelona han demostrado, a juicio de las entidades administrativas participantes, que esta unificación del sistema del servicio de inspección fronteriza consigue una mayor eficiencia en los controles de alimentos, manteniendo la calidad necesaria en un tema tan importante como la alimentación humana.
Se espera que el sistema tenga resultados positivos en la competitividad de los puertos y reduzcan demoras que afectan al normal funcionamiento del comercio exterior.
Con esta unificación del sistema del servicio de inspección fronteriza se pretende conseguir una mayor eficiencia en los controles de alimentos, así como más eficiencia del sistema portuario de titularidad estatal en beneficio de operadores y gestores.
Este nuevo modelo de control de mercancía en frontera, es fruto del trabajo desarrollado en los últimos años por los ministerios competentes con el objetivo de mejorar el servicio prestado a los operadores económicos. Sus favorables resultados en términos de eficiencia y eficacia, vienen a confirmar, en opinión de Myriam Álvarez Paez, Secretaria General de Coordinación Territorial, que este es el camino a seguir para garantizar la prestación de un servicio acorde a las necesidades actuales en el tráfico internacional de mercancías.
Se espera que el sistema tenga resultados positivos en la competitividad de los puertos y reduzcan demoras que afectan al normal funcionamiento del comercio exterior, con controles más eficaces y eficientes, pero no menos rigurosos.