El informe Draghi de la semana pasada subrayaba la necesidad de mantener la competitividad internacional del transporte marítimo europeo, pero al mismo tiempo, concluía que el transporte marítimo necesita 40.000 millones de euros anuales para descarbonizarse.
En este contexto, los armadores europeos agrupados en Ecsa han publicado su posición respecto a una Estrategia Industrial Marítima Europea. En su opinión, el transporte marítimo europeo es un activo geopolítico para Europa y una piedra angular de la seguridad energética, alimentaria y de la cadena de suministro del continente, que contribuye a la competitividad de la economía europea.
Por ello, mantener y mejorar la competitividad internacional del transporte marítimo europeo es esencial para la seguridad del continente y un requisito previo para el establecimiento de un clúster industrial marítimo europeo fuerte.
Asimismo, la Estrategia Industrial Marítima Europea debe ser un pilar fundamental del próximo Plan Industrial Limpio, que la Úrsula von der Leyen se comprometió a presentar en los primeros 100 días de la nueva Comisión Europea.
En el documento publicado, los armadores europeos presentan recomendaciones para mejorar la competitividad del transporte marítimo europeo, al tiempo que se cumple con la transición ecológica y digital. Entre ellas, la de mantener la igualdad de condiciones entre el transporte marítimo europeo y sus competidores no europeos para retener a las navieras en Europa.
En este sentido, es crucial un marco normativo y fiscal adecuado para garantizar que las navieras de la UE sigan siendo competitivas a escala mundial. También reclaman que al menos el 40% de los combustibles limpios necesarios para que el transporte marítimo alcance sus objetivos FuelEU se produzcan en Europa, y que las tecnologías innovadoras para el transporte marítimo se desarrollen en un 40% con la capacidad industrial europea.
Del mismo modo, es fundamental mejorar el acceso a la financiación pública y privada para desbloquear las inversiones necesarias para la transición ecológica y digital. Por último, una Estrategia Industrial Marítima Europea debe reconocer la necesidad de invertir en nuevas cualificaciones para esta transición, de modo que la mano de obra esté preparada para el futuro.