La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha iniciado un expediente sancionador contra Bahía de las Isletas, matriz del grupo Naviera Armas, por incumplir supuestamente los compromisos que asumió al comprar Transmediterránea en 2018.
Competencia estimaba que esta operación creaba un monopolio en el tráfico marítimo de pasajeros en la ruta entre la península y Canarias, y que, además, planteaba riesgos para la competencia en el transporte marítimo de carga y pasajeros en las rutas entre el Sur de la península y Melilla, así como en los trayectos interinsulares dentro del archipiélago canario, ya que desaparecía un competidor relevante.
Ante ello, los compromisos presentados por Naviera Armas solventaban estos problemas de competencia, ya que permitían que una tercera compañía, FRS en este caso, comenzara a prestar servicios de transporte marítimo de pasajeros y carga en las rutas donde estaba presente Naviera Armas.
Para ello, estaba previsto que Naviera Armas y FRS firmarancontratos de fletamento de tres años de duración, prorrogables en otra anualidad más, y una serie de obligaciones que permitirían que FRS operara de manera eficaz en esas rutas, como, por ejempleo, cesión de uso de amarres, sistema de expedición de billetes, abstención de uso de marca y comunicación a clientes.
Además, para garantizar la eficacia de estos contratos, se incluyeron cláusulas que obligaban a informar al organismo regulador e impedían modificar las condiciones sin autorización previa.
Pese a todo, el pasado mes de septiembre, Competencia declaró que Naviera Armas había incumplido parte de los compromisos aceptados en 2018.
Con la incoación de este expediente se abre ahora un período máximo de tres meses para la instrucción del expediente y para su resolución por la entidad.
Esta situación se produce poco tiempo después de que el grupo naviero cerrara su proceso de reestructuración.