
Este miércoles, 9 de abril, los Estados Unidos empiezan a aplicar los nuevos aranceles globales impuestos por la Administración Trump la semana pasada.
En los días previos, las principales Bolsas internacionales registran dramáticas caídas mientras las empresas trabajan a contrarreloj para adaptarse a este nuevo marco mundial que, vistas las últimas reacciones china y estadounidense, lleva camino de recrudecerse aún más. Las dos principales potencias globales parecen empeñadas en una guerra total por ver quién queda finalmente en pie.
En este sentido, el Gobierno chino se habría dirigido a algunas de las principales empresas del país, como Shein, para que no saquen de China sus centros de producción y sus cadenas de suministro, tal y como informa Bloomberg. Con esta medida, parece que las autoridades chinas buscan no ceder ante la pretensión estadounidense de que todo aquel que pretenda vender en el país cuente con fabricación allí.
En este contexto, los fletes reflejan la incertidumbre del momento y las dudas que genera en la demanda una situación inédita que agita la globalización. Muchas empresas han ido acumulando inventario para despacharlo antes de la llegada de estos nuevos aranceles y ahora se encuentran con excesos para los que no encuentran salida.
La situación provocará una caída de la demanda de servicios de transporte marítimo de mercancía, aunque los pronósticos difieren en cuanto a la gradación del impacto. Mientras que algunos analistas apuntan que se impondrá un impasse hasta que se abran negociaciones bilaterales para aminorar los aranceles, otros más pesimistas anticipan un desplome de la demanda que haría que los fletes cayeran incluso por debajo de los niveles registrados durante la crisis financiera de 2008, incluso si se mantuvieran en el tiempo los desvíos de rutas por Buena Esperanza, circunstancia que ha contribuido a absorber la capacidad que se va incorporando al mercado.
Los efectos más graves se dejarán notar en los servicios que llegan a los Estados Unidos, así como en las rutas dentro del continente asiático, ya que los aranceles han trastocado la fabricación de productos terminados a partir de componentes procedentes de diferentes países asiáticos.
Con más detalle en lo que respecta a la evolución más reciente de los fletes, Freightos estima que las tarifas en los servicios desde China a la costa oeste de los Estados Unidos han crecido un 3% en la última semana, mientras que las de los que llegan a la fachada este del país han aumentado un 5%.
A su vez, los precios de las rutas entre el país asiático y el norte de Europa han caído un 5% y, de igual modo, las tarifas de los trayectos desde el continente asiático al Mediterráneo han retrocedido un 10% en los últimos siete días.