La Unión Internacional de Transporte Combinado Ferrocarril-Carretera, UIRR, ha emitido una declaración conjunta con otras 43 asociaciones europeas de transporte, sobre la importancia de invertir en el sector.
En ella, dejan claro que el transporte es un facilitador del mercado interior y de la libre circulación de mercancías y personas, fomentando el desarrollo regional y la conectividad. Además, consideran que es preciso hacer que Europa sea resistente frente a los retos de seguridad, y las posibles disrupciones en la cadena de suministro.
No obstante, entienden que todavía existen lagunas de capacidad y conectividad que será necesario solucionar para crear una red de transporte libre de cuellos de botella, y que las subvenciones de la UE para completarla son esenciales.
En este sentido, la misión principal del Mecanismo Conectar Europa es contar con una red de infraestructuras ferroviarias que permita la circulación de trenes de mercancías P400 de 2.000 toneladas y 740 metros, propulsados eléctricamente y capaces de retirar camiones de las carreteras paralelas.
El CEF ya ha cofinanciado varios proyectos de transporte combinado centrados sobre todo en soluciones de digitalización, pero también debería financiar el desarrollo de terminales de transbordo intermodal, donde -hasta ahora- no ha tenido tanto éxito.
Por su parte, la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente debería mostrar una mayor empatía hacia el gestor de terminales, típicamente pymes, a la hora de diseñar su proceso de solicitud.
En la declaración, indican también que muchas veces los Estados miembros, a diferencia de lo que ocurre con las estaciones de pasajeros, no asignan fondos del presupuesto para la modernización de las terminales o la construcción de otras nuevas, cuando se moderniza una línea ferroviaria. Por lo tanto, los Ministerios de Transporte deberían impulsar la asignación de una parte significativa de los fondos para este fin.
Por otro lado, nueve de cada diez trenes intermodales de mercancías cruzan al menos una frontera interior de la Unión Europea, por lo que los pasos fronterizos son muy importantes para los operadores de transporte combinado.
Finalmente, los cuellos de botella provocados por la combinación de procedimientos de cruce de fronteras, a menudo desarmonizados, con unas infraestructuras inadecuadas, también merecerían una dotación específica.