El Gobierno francés ha manifestado su intención de intervenir en apoyo del grupo Eurotunnel que explota el túnel ferroviario bajo el Canal de la Mancha, tras el rechazo de las autoridades británicas de la competencia a que su filial naviera siga explotando una línea de ferries entre Calais y Dover.
El ministro de Transportes, Frédéric Cuvillier, indicó en un comunicado que el Ejecutivo francés va a contactar con Londres "para examinar las posibilidades de un procedimiento común de arbitraje" entre las autoridades de la competencia de Francia y el Reino Unido.
Se trata de evitar que se aplique el dictamen de la Comisión de la Competencia británica, que ha obligado a la naviera de Eurotunnel, MyFerryLink, a poner fin a su actividad en la línea que explota desde hace ocho meses entre Francia y el Reino Unido.
La argumentación de la Competencia británica es que al quedarse con los tres barcos de la antigua compañía SeaFrance, Eurotunnel amenazaba la libre competencia en el tráfico entre las dos orillas del Canal de la Mancha, ya que sólo con los trenes controla un 40 % de cuota de mercado.
A juicio del ministro francés, por el contrario, el hecho de que MyFerryLink pueda seguir operando junto a las otras dos navieras que operan líneas entre Francia y el Reino Unido es "la garantía de una competencia efectiva".
Por eso el Gobierno francés "hará todo lo que pueda para mantener las condiciones de una competencia leal en el estrecho y defender el empleo de los 533 marinos de la filial de Eurotunnel".
La empresa, por su parte, anunció la presentación de un recurso contra el dictamen de la Comisión de la Competencia por estimar que "no se basa en ningún hecho concreto sino únicamente en una conjunción aleatoria de hipótesis virtuales", y porque supone la confirmación de hecho "de un duopolio, en detrimento del consumidor".
Eurotunnel también ha indicado en un comunicado, que la autoridad británica de la competencia le prohíbe el acceso al puerto de Dover, "en contradicción total con la libre circulación en vigor en Europa" y le priva, como al de Calais, de "ingresos significativos".
El operador ferroviario ha recordado que esa decisión también contradice la que tomó la Autoridad de la Competencia de Francia en noviembre de 2012 al dar su visto bueno a la compra por Eurotunnel de los barcos "Rodin", "Berlioz" y "Nord-Pas-de-Calais" por 65 millones de euros tras la quiebra de SeaFrance.
Por último se ha referido a que cuando se le adjudicaron esos tres ferries, el Tribunal de Comercio de París le puso como condición la prohibición de venderlos en cinco años.