Esta nueva conexión ferroviaria entre España y Francia evitará los transbordos en la frontera y las inevitables rupturas de carga y manipulación de las mercancías, abriendo una nueva ruta hacia Europa entre el Mediterráneo y el Mar del Norte.
La entrada en servicio de esta conexión permite a Renfe realizar tráficos internacionales de mercancías a través del túnel del Perthús, que une Figueras con Perpiñán, con un total de cuatro trenes semanales que conectarán Barcelona con Lyon y Milán en dos líneas. La Barcelona Express (Barcelyon Express) es operada desde febrero de 2009 por una sociedad en la que participan Renfe y la naviera Naviland Cargo, además del Puerto de Barcelona, mientras que la segunda que llega a Milán comenzó a operar en abril pasado y es operada conjuntamente por Renfe y Hupac.
Con una longitud total de 168 km, de los que 92 km corresponden a vías de ancho convencional en las que se ha instalado un tercer raíl en ancho internacional, los 76 kilómetros restantes forman parte de la futura conexión entre Barcelona y Figueras del AVE Madrid- Barcelona-frontera francesa.
En palabras de Jordi Valls, presidente del Puerto de Barcelona, la autoridad portuaria está realizando una inversión de 10 millones de euros en la adaptación de sus terminales de contenedores al ancho de vía internacional para proporcionar un acceso ferroviario a la futura terminal del muelle de Costa.
Esta operación es vital para el Puerto de Barcelona ya que por sus instalaciones pasan el 80% de las importaciones y el 50% de las exportaciones de Cataluña, de tal forma que entre enero y octubre el tráfico de contenedores transportados por tren ha crecido un 55%, mientras que el tráfico de vehículos ha aumentado un 21% en comparación con el mismo periodo de 2009. Aunque son unos buenos datos, en opinión del presidente del puerto barcelonés, se deben mejorar.
Por su parte Isaías Táboas, recientemente nombrado secretario de Estado de Transportes, ha sostenido que este primer corredor transfronterizo de mercancías es un "primer paso" para la consolidación futura del proyecto del Corredor Mediterráneo, que debe unir Algeciras con el norte europeo, pero que en este momento carece todavía de compromisos en cuanto a los plazos de ejecución. Este nuevo corredor contribuirá a disminuir el impacto negativo que supone el cuello de botella en la frontera. Están previstos para un futuro también trayectos a Toulouse y Burdeos.