
El Consejo de Ministros ha dado su visto bueno, en su reunión de esta semana, a la creación de sendas filiales de Renfe en Francia y México.
Con estas delegaciones, el operdor ferroviario público pretende dotarse de la estructura organizativa necesaria con el objetivo de afianzar su posicionamiento en ambos países y avanzar en su proceso de internacionalización.
Así, la filial en Francia, denominada Renfe France, Societé par Actions Simplifiée, se constituirá con sede en París y su objeto social será la búsqueda de ampliación de negocio en el país vecino, su ejecución y explotación.
La creación de Renfe France, filial al 100% de la sociedad Renfe Proyectos Internacionales SME, responde a la necesidad de la empresa de contar con un vehículo con personalidad jurídica propia que agrupe los diferentes negocios internacionales de Renfe en este mercado.
Además de participar en diferentes licitaciones de servicios públicos en territorio francés, Renfe ya presta servicios directos de alta velocidad entre Barcelona y Lyon y entre Madrid y Marsella, posicionándose como un actor clave en los servicios transfronterizos de alta velocidad.
Así mismo, en los próximos meses pondrá en marcha la tercera frecuencia internacional entre Francia y España al conectar Barcelona y Toulouse.
Por otra parte, la filial de Renfe en México, donde se centrará tanto en las actividades ya existentes, así como las oportunidades de negocio que surjan en el país. La sede estará en Ciudad de México y su denominación se acordará tras la respuesta de la Secretaría de Economía de México.
Del mismo modo, la constitución de esta filial permitirá a Renfe contar con un ente con personalidad jurídica propia, que eventualmente pueda ser autorizado para actuar como operador ferroviario.
La empresa pública ya trabaja en el país norteamericano y ya ha ejecutado varios contratos enfocados a la implementación del Tren Maya en México, el proyecto insignia de transporte ferroviario del Gobierno de este país.