La Comunidad de Madrid ha vuelto a reclamar al Gobierno central la conexión entre la capital y Lisboa mediante la alta velocidad ferroviaria, para atraer nuevas oportunidades económicas y logísticas a la Península Ibérica.
"Cada día que pasa perdemos una ocasión extraordinaria para convertir ambas ciudades en un polo de atracción de inversión internacional", ha asegurado el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, durante su intervención en la Comisión General de las Comunidades Autónomas celebrada en el Senado.
Allí, ha recordado que es la única de las principales uniones radiales que falta por definir, tanto para pasajeros como para mercancías. En este sentido, el reglamento de la Red Transeuropea de Transporte contempla nueve rutas para construir la columna vertebral de un mercado interior que cuente con canales de distribución eficaces y equilibrados, lo que incluye la llegada del AVE Madrid-Lisboa.
"Basta recordar que llegar a la capital lusa en tren desde la española requiere de dos transbordos y entre nueve y quince horas de viaje para un trayecto que no llega a los 600 kilómetros", ha precisado Rodrigo, que ha reclamado al Ejecutivo central la necesidad de cumplir con los compromisos adquiridos con Europa, que, asimismo, “es lo que también reclaman y necesitan tanto Extremadura y Castilla-La Mancha”.
Como dato, la autovía del Suroeste A-5, en sus 400 km desde la puerta del Sol, hasta la frontera con Portugal, en Badajoz, tiene una intensidad media diaria de 25.000 vehículos, que en el tramo que discurre por la región supera los 122.000. Igualmente, la conexión aérea entre ambas ciudades peninsulares es la de mayor número de viajeros, con 1,8 millones registrados en 2023.
Por tanto, abordar la unión por alta velocidad de las dos urbes resulta esencial para mejorar el intercambio comercial y el turismo entre ellas, y resolvería la saturación que presentan otros modos como el tráfico rodado o el avión.