Los transportistas europeos de ganado reclaman que se pare el proceso de reforma actualmente en marcha del Reglamento europeo sobre bienestar en el transporte de animales vivos.
El sector estima que los cambios que se pretenden introducir en esta norma son de imposible aplicación en cuanto a los tiempos de viaje, la asignación de espacio y densidades, los límites de temperatura y las exportaciones a países extracomunitarios.
De igual manera, tanto la española Anta, como la continental European Livestock Transport, consideran que las propuestas de modificación planteadas afectan tanto a este segmento de actividad tanto en costes económicos, como sociales y de impacto en la huella de carbonoque hacen inviable su aplicación, por lo que reclaman estudios más concienzudos sobre estos impactos.