Fetransa afirma acoger con "satisfacción las intenciones del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de retrasar la entrada en vigor de la obligatoriedad de exigir el documento de control en formato digital, posponiendo la misma desde el 1 de septiembre de 2024 en que estaba inicialmente pautado, a principios de 2026, por la complejidad técnica que se le exige al mencionado documento y la necesidad de dar tiempo al sector para que se adapte al uso de las aplicaciones existentes para su confección".
La entidad reclama cambios legales en relación con el documento de control digital para implicar "al cargador en las mismas de manera mucho más clara que hasta el momento".
Según esta organización empresarial, "no es cierto que todas las propuestas que se formulan relacionadas con la digitalización de sector vayan a mejorar la vida de los transportistas, ni vayan a suponer un ahorro de costes para el mismo".
Desde Fetransa se defiende que "es necesario contar con el tiempo suficiente para poder determinar qué o cuáles documentos se deberán de confeccionar de manera digital por una imposición legal, y cuáles de ellos será razonable confeccionarlos en formato digital aunque no exista una obligación legal".
Para Fetransa, "detrás de la digitalización se esconde un enorme negocio para los proveedores de dichos servicios que trascienden, con mucho, a los intereses de los propios transportistas".
Al mismo tiempo, la patronal argumenta que el diseño dado al plan moderniza y al kit digital "responde más a los intereses de las empresas proveedoras que a los de los propios transportistas", y concluye que "no es cierta la aseveración de falta de información, la prueba está en el éxito de los planes previstos para las ayudas al achatarramiento. Quizás lo que existe es una cierta desconexión entre la teoría y la realidad de las cosas, sobre todo cuando las mismas se pretenden hacer sin conocer de verdad qué cuestiones pueden ayudar a incentivar un cambio dentro del sector, y qué cuestiones no lo van a hacer".
De manera particular, por lo que respecta al plan moderniza, según Fetransa, "muchos agentes modernizadores exigen al transportista el adelanto de una parte del dinero hasta que éstos cobren la subvención. Con estos incentivos no es extraño que muchos transportistas hayan renunciado a solicitar la ayuda y cambiar el tacógrafo".
Al tiempo, En lo tocante al kit digital, a juicio de la entidad, "sucede poco más o menos lo mismo. Sus fines son poco claros y no resuelven la duda de lo que pasará con los servicios contratados una vez haya de asumirse el coste real de los mismos".
Así mismo Fetransa destaca que no se contemplen ayudas para la adquisición de hardware, para concluir que "si dichos planes están destinados para incentivar a la digitalización de las empresas más pequeñas, es difícil que se puedan haber diseñado peor".