El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible lleva realizando un trabajo rápido y eficaz para despejar cuanto antes las vías de alta capacidad de la provincia de Valencia de lodo y vehículos inutilizados por la avenida de agua del pasado 29 de octubre.
El hecho de ser la única Administración responsable del mantenimiento y conservación de las principales carreteras de la red viaria valenciana ha permitido tomar decisiones con rapidez y agilidad.
De igual modo, los responsables de este Departamento Ministerial, con el ministro al frente, han tenido muy claro desde el minuto uno de esta catástrofe la importancia que tiene para responder a la emergencia y atender a las necesidades de la población que el máximo de vías de comunicación estén operativas a la mayor brevedad.
De hecho, la actuación de Transportes ha sido de lejos la más eficaz, directa y adecuada en esta situación que está dejando centenares de fallecidos, centenares de miles de afectados y cuantiosos daños económicos.
Así pues, si la riada afectó a unos ochenta kilómetros de la red viaria valenciana, a finales de este fin de semana esa cantidad ha quedado reducida a menos de la mitad, según los cálculos dados a conocer por el ministro Óscar Puente.
Según informa Transportes, ya están totalmente operativas para la circulación la A-3, la V-30, la V-31, donde ya están abiertos al tráfico todos los carriles de entrada a Valencia, y el tramo norte de la A-7, aunque la decisión sobre el tráfico en estas vías corresponde a la DGT, que ha establecido severas restricciones al tráfico de camiones.
En la vía de alta capacidad más afectada, la A-7, en la que la avenida de agua se llevó un viaducto crítico a la altura de Quart de Poblet, cerca de su cruce con la A-3, el Ministerio trabaja a tres turnos con el objetivo de que esté disponible el desvío provisional de tres carriles de la autovía, lo que permitiría recuperar, con limitaciones de velocidad, la conexión con la A-3 en el by-pass de Valencia.
En esta zona, este fin de semana se ha avanzado con el movimiento de tierras en el área afectada y ya han llegado los primeros marcos para el desvío provisional que se han empezado a instalar este mismo lunes, 4 de noviembre. Allí trabajan, según Transportes, cincuenta camiones, tres bulldozers, dos retroexcavadoras, dos palas frontales, una grúa y tres góndolas.
En total se han habilitado de urgencia 25 millones de euros para las primeras actuaciones en las carreteras más afectadas por la dana, como son la A-7, la N-330 y la N-322.