Crédito y Caución prevé que el sector mundial del transporte y la logística crezca un 3,8% en 2024 y un 4,0% en 2025, al beneficiarse del aumento de la producción industrial mundial y de la demanda de los consumidores.
A pesar de cierta tendencia a la relocalización, se prevé que el comercio mundial siga creciendo, apoyando la demanda de transporte de mercancías y pasajeros tanto a medio como a largo plazo. En particular, la recuperación económica de Europa debería apoyar una mayor demanda en el corto plazo, pues se prevé que la eurozona cobre impulso en los próximos meses, con un incremento del consumo privado y de las ventas al por menor.
Otro motor de crecimiento vendrá dado porque muchas empresas que antes se centraban en la producción 'just on time' han empezado a incrementar sus niveles de existencias e inventario, lo que provocará un aumento de la demanda de almacenes. El crecimiento del e-commerce también apoya la demanda de estos servicios, mientras que la digitalización de los almacenes optimizará la eficiencia de sus cadenas de valor y mejorará sus márgenes.
En su caso, la volatilidad del precio del petróleo es uno de los principales riesgos a la baja del sector, por su impacto en los márgenes de todos los segmentos del transporte. Tras el ligero repunte de comienzos de 2024, los precios del combustible presentan una senda descendente, lo que debería aliviar las presiones sobre los costes del sector en los próximos meses.
Otro importante factor son los riesgos geopolíticos, cuyo impacto es especialmente relevante en el transporte marítimo. Los precios del transporte marítimo internacional en las rutas clave aumentaron cerca de un 60% interanual en el primer trimestre de 2024 debido al cierre de facto de la ruta del Canal de Suez, ya que el desvío por África añade al menos una o dos semanas a los viajes desde Asia a Europa y América.
Aunque los fletes seguirán siendo elevados en los próximos meses, la presión sobre los precios debería disminuir debido a la capacidad añadida en forma de nuevos buques. El aumento de las tensiones en el Mar Rojo y, potencialmente, en el Estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional, podrían causar nuevas perturbaciones.
Asimismo, la demanda de transporte ecológico exigirá importantes inversiones a medio y largo plazo, lo que supondrá un riesgo para las empresas que no puedan adaptarse. Además, si los costes se trasladan a los consumidores finales, es probable que repercuta en la demanda del sector.