La Comisión de Transportes del Parlamento Europeo ha dado el visto bueno esta semana a iniciar las negociaciones con el resto de instituciones comunitarias, lo que en la jerga de la UE se conoce como trílogo, para sacar adelante la reforma de la Directiva de Pesos y Dimensiones.
En concreto, el órgano de la Eurocámara ha dado luz verde a este proceso negociador con treinta votos a favor, nueve en contra y dos abstenciones.
De esta manera se retoma el mismo proyecto que el pleno del Parlamento Europeo ratificó en marzo con la intención de someterlo a la opinión de la Comisión y del Consejo Europeo, donde entran en juego de manera evidente los diferentes intereses nacionales a la hora de adoptar un consenso.
La pasada primavera, Francia no parecía dispuesta a permitir que se realicen operaciones de transporte internacional con vehículos de grandes dimensiones que, por contra, sí que autoriza para operar dentro de su territorio. Al mismo tiempo, Austria se oponía frontalmente a permitir el tráfico de megacamiones por su territorio y, finalmente, Alemania alegaba cuestiones técnicas en la infraestructura de sus puentes para oponerse a la iniciativa. En definitiva, los dos grandes impulsores de la Unión están en contra del cambio normativo, aunque por diferentes motivos.
El Parlamento Europeo, por su parte, argumenta que esta modificación normativa permitirá impulsar la sostenibilidad y la eficiencia del transporte de mercancías por carretera europeo.
De igual manera, también se pretende tener en cuenta el impacto de estos vehículos sobre la infraestructura, la seguridad vial y la intermodalidad.
Con más detalle, los eurodiputados quieren aumentar en cuatro toneladas el peso máximo y la longitud de los camiones de cero emisiones, para compensar el espacio y el peso necesarios para colocar baterías o pilas de hidrógeno, con el fin de compensar el volumen de carga sin tener que reducir el espacio en cabina.
De esta manera, a juicio de la Eurocámara, se incentiva la incorporación de vehículos pesados más sostenibles.
Por otra parte, se quiere facilitar la circulación de megacamiones bajo ciertas condiciones en carreteras homologadas y que cuenten una evaluación previa del impacto de estas unidades en la seguridad vial, la infraestructura, la cooperación modal y el medio ambiente.
De igual modo, los eurodiputados también proponen que se regule una etiqueta europea sobre la longitud de estos vehículos y que se desarrolle una web con información sobre los límites de peso y longitud aplicables en cada país de la Unión.
Finalmente, la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo también quieren estrechar el control y aplicación de la normativa europea sobre pesos y dimensiones, especialmente a través de herramientas digitales que permitan compartir información en toda la Unión.