La Organización de Países Exportadores de Petróleo ha revisado esta semana a la baja su previsión del incremento del consumo global para el conjunto del año.
La demanda mundial de petróleo alcanzará los 104,24 millones de barriles diarios en 2024, lo que supone un incremento de 2,03 millones de barriles diarios respecto a 2023, pero implica un ajuste de 80.000 menos respecto al anterior pronóstico.
Las nuevas proyecciones contemplan que la demanda de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico aumentará en 130.000 barriles diarios en 2024 hasta los 45,78 millones de barriles diarios. Esto se debe al mayor consumo de crudo entre los miembros americanos, ya que la demanda de Europa bajará en 50.000 barriles diarios y en Asia-Pacífico se mantendrá estable.
Por su parte, el consumo estimado de petróleo en los países al margen de la OCDE se estima en 58,47 millones de barriles diarios, con un crecimiento anual de 1,9 millones impulsado por China y por India. La primera consumirá 650.000 barriles más al día, superando los 17,01 millones de barriles diarios, y la segunda 270.000 barriles diarios adicionales, hasta los 5,61 millones.
De cara a 2025, la OPEP también ha modificado ligeramente a la baja su pronóstico, con un consumo global de crudo de 105,99 millones de barriles diarios. La reacción a las nuevas previsiones no se ha hecho esperar, pues el barril de petróleo Brent se desplomaba un 4% este martes, después de conocerse la decisión de la OPEP.
Se negociaba en ese momento en los 68,96 dólares, según Expansión, mínimos que no se veían desde diciembre de 2021. El barril de crudo Brent había cotizado la mayor parte de la sesión en el entorno de los 72 dólares, pero al conocerse el informe, se desplomó, si bien en este momento, ya ronda los 70 dólares.