Los Estados miembro de la Unión han acordado la semana pasada en el seno del Comité europeo de Transporte por Carretera establecer una nueva moratoria de dos meses para la introducción obligatoria del tacógrafo inteligente de segunda generación, o como lo han llamado oficialmente un "período de aprendizaje educativo".
Así pues, hasta el 28 de febrero próximo la vigilancia sobre la instalación del aparato de control en aquellos vehículos obligados a cambiarlo antes del 1 de enero se centrará en hacer ver la obligatoriedad de este cambio en vez de aplicar la sanción correspondiente.
Cada país deberá notificar a la Comisión Europea la publicación oficial de esta moratoria a nivel nacional.
La implantación del tacógrafo digital está siendo un proceso difícil y lleno de circunstancias adversas que lo han ido retrasando, incluyendo fallos en su diseño, dificultades en su suministro e instalación, así como una cierta apatía entre el sector, que se ha traducido en un bajo nivel de instalación del aparato a escasas fechas de su entrada en vigor para el millón de vehículos obligados a tenerlo desde este 1 de ebnero próximo.