La Iru estima que, además de impulsar la atracción de talento entre jóvenes y mujeres, la lucha contra la escasez de conductores, especialmente en la Unión Europea, pasa por la atracción de profesionales de terceros países.
Sin embargo, a la hora de importar a estos chóferes de fuera de la Unión, las empresas europeas de transporte se encuentran con el problema de la cualificación de estos trabajadores.
Para reducir estos problemas, la organización internacional reclama una estandarización en la formación de conductores profesionales que facilite la movilidad de estos profesionales y permita una contratación más ágil allí donde se necesitan.
En este terreno, la Iru desarrolla diversos programas internacionales para homogeneizar el nivel formativo de los chóferes para facilitar las contrataciones internacionales, especialmente teniendo en cuenta los sólidos requerimientos existentes dentro de la Unión Europea, que es una de las zonas con mayor escasez del problema.
En este mismo sentido, la entidad vincula esta realidad con el verdadero problema en la UE, que es el envejecimiento del colectivo de conductores profesionales y la falta de relevo, en un área económica caracterizada por una edad media cada vez más elevada y la escasa natalidad.
