La de conductor de camión es una profesión penosa. Eso no genera dudas en el sector. Está claro.
Que los chóferes deberían tener acceso a poder jubilarse antes tampoco es cuestión de la que se dude.
Sin embargo, los problemas llegan a la hora de determinar qué supondría la introducción de coeficientes reductores de la edad de jubilación para conductores profesionales en términos de empleo. Y, sobre todo, cómo se paga este adelanto.
Por lo que respecta al empleo, según los registros del censo de conductores de la Dirección General de Tráfico, y descontando la tasa de paro del transporte por carretera, un total de 169.486 conductores de camión estarían en condiciones de jubilarse de manera inmediata en el mismo momento en que se articularan los coeficientes reductores en el sector.
Este volumen supone un 11,74% de todos los chóferes que tienen permiso de conducir de este tipo en España.
Así mismo, otros 72.975 conductores de autobuses podrían jubilarse en cuanto se introduzca el mecanismo para adelantar la edad del retiro. Esa cantidad supone un 13,9% del total que trabajan en el país con este tipo de permiso.
Además, entre los próximos cinco y diez años, otros 449.882 conductores profesionales de camión podrían jubilarse anticipadamente con los nuevos coeficientes, porcentaje que supone un 31,17% del total del país.
Así mismo, a medio plazo otros 178.308 chóferes profesionales de autobús estarían en condiciones de adelantar su retiro a entre cinco y diez años vista, un 33,96% del total.
En térninos generales de todo el sector del transporte, y descontando a los chóferes en paro, 242.461 conductores profesionales podrían jubilarse de inmediato con coeficientes reductores al estar en el rango de entre sesenta y 65 años de edad. Dicha cantidad supone un 12,32% del total del colectivo.
De igual manera, otros 628.191 podrían acceder a la jubiliación anticipada en un plazo de entre cinco y diez años. Es un 31,91% del total existente actualmente.
Impacto entre los autónomos del sector
Por lo que respecta a los autónomos, colectivo mayoritario en el sector, el Ministerio de Transportes estima que en España trabajan 146.096 empresas de transporte, entre mercancías y viajeros, que son personas físicas. Ese volumen supone un 65,8% del total, aunque en términos de vehículos representa un porcentaje variable, pero menor, dado que son las grandes flotas las que controlan la mayor cantidad de unidades.
En este segmento concreto del sector, el adelanto de la jubilación podría suponer la desaparición inmediata de 17.999 empresas cuyos titulares estarían en condiciones de retirarse si hubiera coeficientes reductores.
Así mismo, otras 46.619 empresas del sector que son personas físicas podrían dejar de operar en un plazo de entre cinco y diez años.
Estas cifras suponen un roto de dimensiones considerables en un sector de actividad con una alarmante escasez de profesionales y en un país con una pirámide de población cada vez más envejecida y que hace imposible pensar en un relevo masivo a corto y medio plazo.
Quién paga el adelanto de la jubilación
La gran duda en cuanto al adelanto de la jubilación en el transporte está también en quién paga estas percepciones, especialmente si se tiene en cuenta que en el último reparto de ayudas al abandono para transportistas autónomos se repartieron 9,63 millones de euros a razón de 30.000 euros por persona a un total de 321 beneficiarios, mientras que otros 1.204 peticionarios se quedaron fuera.
El Comité Nacional ya ha abierto este debate en su último comunicado, al señalar que las empresas ya abonan suficientes cotizaciones sociales, así es que todo apunta a que deberá ser el sistema público de pensiones el que cargue con el grueso de este gasto, especialmente si se tiene en cuenta que la movilización sindical por este motivo se ha abierto precisamente cuando se está negociando una modificación profunda del sistema de pensiones del país.
