Como parte de su estrategia para reducir el impacto medioambiental en su cadena de suministro, Heineken ha empezado a realizar sus primeros servicios de transporte internacional por carretera con camiones eléctricos.
En este sentido, la cervecera ya cubre, en colaboración con la tecnológica Einride, rutas entre su planta de la localidad neerlandesa de Den Bosch y su plataforma logística de distribución del municipio alemán de Duisburgo con cinco unidades eléctricas Mercedes eActros 300.
De igual manera, la compañía también ha puesto en marcha toda la infraestructura de recarga y la integración del sistema operativo de inteligencia artificial para gestionar unos flujos de diez cargas completas diarias, en un circuito de unos 540 kilómetros.
El desarrollo digital asociado a este servicio se encarga de optimizar las rutas, minimizar el consumo de energía y medir con precisión las reducciones de emisiones.
En función de los resultados de esta experiencia, Heineken tiene previsto poner en marcha nuevos servicios de transporte con vehículos eléctricos en otras rutas.
La compañía cervecera estima que la actividad logística y de transporte representaun 12% de su huella de carbono total.