En las últimas semanas, Fenadismer asegura estar recibiendo multitud de denuncias de transportistas beneficiarios de ayudas para la instalación de tacógrafos intelgentes porque "los instaladores del tacógrafo adheridos les exigen el dinero por adelantado tanto del propio aparato como de la instalación, pese a que la normativa reguladora prohibe dicha práctica abusiva".
A la vista de la situación, la organización empresarial afirma que "va a instar a las comunidades autónomas a que lleven a cabo un proceso de control contra dichos talleres para comprobar el correcto cumplimiento de sus obligaciones legales".
Según los datos de la entidad, a fecha de hoy un 20% de los vehículos afectados por la obligación de instalar el nuevo aparato de control antes de enero habrían llevando a cabo el proceso de sustitución de sus tacógrafos, pese a que la flota afectada rondaría las cien mil unidades.
Todos los vehículos que realizan transporte internacional y llevan instalado un tacógrafo analógico o digital no inteligente tendrán quee instalar un tacógrafo inteligente de segunda generación antes de que finalice el próximo mes de diciembre, mientras que el resto de vehículos que lleven instalado un tacógrafo inteligente de primera generación contarán con ocho mes más, hasta finales de agosto de 2025, para hacer el cambio.
