Los grupos parlamentarios negocian esta semana la introducción de nuevas medidas impositivas que incluyen un incremento de la fiscalidad del gasóleo.
En particular, se pretende que los impuestos de este combustible se incrementen en diez céntimos de euro por litro, con el fin de equipar su nivel impositivo al que tiene la gasolina. Sin embargo, la aritmética en el Congreso de los Diputados está dificultando avances en este ámbito, debido a los diferentes intereses en juego.
A juicio de Fenadismer, el principal sector económico afectado por esta medida sería el transporte por carretera, ya que lo soportarían íntegramente todos los transportistas titulares de vehículos de menos de 7,5 toneladas de MMA, que en la actualidad serían en torno a 56.000 empresas transportistas, de las que casi un 80% son pequeños transportistas autónomos.
Según los cálculos de la patronal, si se aprobara finalmente la subida este colectivo vería incrementada su tributación anual por dicho impuesto en hasta mil euros anuales por camión, lo que vendría a representar una recaudación extra para las arcas públicas de más de cien millones de euros al año recaudadas del sector.
Ante este panorama, Fenadismer asegura que "no descarta llevar a cabo movilizaciones en el caso de que no se establezca un mecanismo fiscal que permita amortiguar ese impacto a los miles de transportistas afectados, ya que dicha subidón impositivo podría afectar muy negativamente a la viabilidad de una parte importante del sector del transporte por carretera".
