Los ataques terroristas hutíes en las costas de Yemen en el mar Rojo llevan meses poniendo en jaque a una de las principales rutas marítimas globales, que conecta Asia, con el Mediterráneo, Europa y la fachada este de los Estados Unidos.
Desde el inicio de esta crisis, navieras y cargadores buscan alternativas para poder mantener algunos de los principales flujos comerciales del planeta.
En este contexto, cada vez operadores internacionales están impulsando el uso de rutas TIR que cruzan la península arábiga desde los golfos Pérsico y de Omán para regresar al mar Rojo, al norte de Yemen, donde las aguas ya no tienen peligro.
Así pues se están desplegando servicios alternativos al transporte marítimo entre los puertos de Sohar y Salalah, en Omán, así como de Dammam, en Arabia Saudí, para llegar hasta Yeda, también en la costa saudí del mar Rojo y a salvo de los terroristas hutíes, desde donde pueden continuar el servicio por mar hacia sus destinos finales cruzando el canal de Suez.
En estos recorridos, la utilización del convenio TIR entre los países que forman parte del Consejo de Cooperación de Oriente Medio y el Golfo permite reducir los tiempos que se emplean en trámites aduaneros y fronterizos en hasta un 92%, según la Iru.