
CETM ha remitido a los Ministerios de Hacienda y de Transportes y Movilidad un análisis sobre la propuesta del Gobierno de equiparar el Impuesto sobre los Hidrocarburos del gasóleo al de la gasolina y su repercusión en el sector del transporte de mercancías por carretera y el conjunto de la economía del país.
En este sentido, la confederación apunta que España ya cumple con la Directiva europea que marca el mínimo impositivo que deben aplicar los países que forman de la Unión Europea en los 49 euros por cada mil a los 1.000 litros por encima del mismo.
Por tanto, según las cuentas de CETM, si se equipara el tipo impositivo del diésel al de la gasolina supondría una subida del 24,72%, porcentaje que supera lo necesario para cumplir con esa obligatoriedad de la normativa europea.
Así mismo, el estudio destaca el elevado esfuerzo fiscal que tienen que realizar las empresas españolas, que se encuentra entre los más altos de la Unión y que afecta de manera directa a conjunto de la ciudadanía.
Para la patronal, una medida de este tipo ocasionaría "un incremento en los costes operativos de las empresas y autónomos del transporte y, por ende, en el precio de los productos y servicios que dependen del sector" y, si se tiene en cuenta que España es un país periférico, este cambio fiscal supondría un grave perjuicio para la competitividad de los productos españoles.
El análisis realizado por la CETM refleja que en 26 países europeos el impuesto sobre el gasóleo está por debajo de la gasolina super y en doce de ellos en mayor cuantía de lo que ocurre en España. Además, España ocupa el octavo puesto en el ranking del precio más alto del gasóleo antes de impuestos.
Además, otro de los efectos negativos que se prevén son las fugas de consumo de combustible que se podrían producir a Portugal y Francia, lo que generaría menos ingresos para la Hacienda española y agravaría, de acuerdo con el criterio de la entidad, los problemas económicos del país.
En definitiva, CETM estima que "cualquier cambio fiscal debe evaluarse con rigor ya que la equiparación de impuestos podría suponer una carga insostenible para el transporte de mercancías por carretera" y considera "fundamental que el Gobierno tome decisiones equilibradas, que no perjudiquen a la competitividad del sector ni a la estabilidad económica del país".