La Confederación Española de Transporte de Mercancías, CETM, ha expresado su rechazo a la propuesta que la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles ha dirigido a la Comisión Europea, sugiriendo "que se obligue a que los transportistas aumenten la flota de vehículos pesados de cero emisiones".
CETM considera que no se puede imponer esta medida a las empresas del sector del transporte de mercancías por carretera y que se debe respetar su libertad de elegir la tecnología más adecuada para sus necesidades operativas.
En este sentido, los transportistas llevan años trabajando y realizando fuertes inversiones para hacer sus flotas más sostenibles, por lo que creen que no es justo que no se reconozca su compromiso con el medio ambiente.
Además, entienden que no se puede obligar a las empresas a apostar por la tecnología eléctrica, cuando los camiones eléctricos no están preparados para realizar largos trayectos sin tener que recargar y la infraestructura de recarga es "notablemente insuficiente".
En consecuencia, la Confederación apuesta por el uso de otras alternativas como los combustibles renovables, que permitirían a los transportistas seguir utilizando la flota actual, facilitando así la transición hacia un transporte más sostenible sin las dificultades que supone la electrificación y sin tener que realizar fuertes inversiones cuando "no está asegurada su utilización y rentabilidad futura".
Por otro lado, denuncian que, a pesar de los esfuerzos que las empresas están realizando para reducir sus emisiones, no reciben ayudas por parte de los diferentes gobiernos y administraciones públicas para hacer frente a la renovación de sus flotas.
Respecto a la propuesta de Acea para implementar tarifas a los usuarios de las carreteras basadas en el CO2 y establecer exenciones para los vehículos cero emisiones, CETM lo ve como un "despropósito", que supondría una carga adicional para el sector, que en España ya contribuye a las arcas del Estado con más de 20.000 millones anuales. Además, la medida tendría un "efecto negativo" en la economía, encareciendo los productos y dificultando su exportación.
En definitiva, es esencial fomentar el desarrollo de diversas soluciones tecnológicas, brindando el apoyo necesario a los transportistas para que puedan adaptarse de forma progresiva y realista a los retos medioambientales. Por ello, la Confederación ha pedido a las autoridades europeas que reconsideren la propuesta y apuesten por un enfoque "más flexible y diverso".
