Pese al cierto dinamismo de la economía asturiana durante 2023, con la recuperación del consumo y la construcción, el transporte de la región ha vivido un año de luces y sombras, tal y como constata la patronal Asetra.
Según los registros de la entidad, el número de empresas de transporte activas en Asturias ha disminuido un 5%, aunque, al mismo tiempo, se ha registrado un incremento de la facturación de los transporistas asturianos de un 1,5%.
Con más detalle, Asetra detecta que los tráficos relacionados con el sector industrial han sufrido una reducción, especialmente los relacionados con el sector siderúrgico debido a las distintas incidencias en las fábricas.
De manera particular, la industria química también ha tenido un mal comportamiento, aunque se ha producido una leve recuperación de los tráficos relacionados con la construcción, los bienes de equipo y las manufacturas.
Por otro lado, los tráficos del sector primario han evolucionado negativamente un año más.
En este contexto, el transporte de mercancías asturiano afronta dos grandes retos de futuro a corto y medio plazo, como son la incapacidad de incorporar mujeres al sector y el progresivo y alarmante envejecimiento del colectivo de conductores profesionales.