Con motivo del Día Mundial del Transporte Sostenible, la Asociación del Transporte Internacional por Carretera, Astic, ha querido poner en valor a las empresas de transporte y a sus profesionales, pues realizan un trabajo esencial que en muchas ocasiones pasa desapercibido, a pesar de ser imprescindible para que funcionen las cadenas logísticas y para que los ciudadanos puedan moverse con libertad.
Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic y miembro de la Ejecutiva de IRU, ha recordado que "el transporte por carretera juega un papel clave en la economía global", permitiendo "que los supermercados estén abastecidos, las fábricas reciban y envíen productos, los medicamentos estén disponibles en hospitales y farmacias, los animales sean alimentados en las granjas, los exportadores cumplan con sus compromisos en toda la Unión Europea o los ciudadanos puedan moverse libremente".
Por ello, desde la Asociación siguen reclamando la mejora de las condiciones laborales de los conductores y que se respete la neutralidad tecnológica en la transición energética del sector. Al mismo tiempo, recuerdan que la sostenibilidad debe abordarse de forma integral, considerando la dimensión medioambiental, social y empresarial.
El 96% de las mercancías que se transportan en España se mueven en camión, al igual que el 75% de lo que se exporta a la UE, en términos de toneladas.kilómetro. Sin embargo, según explican desde la Asociación, el transporte pesado por carretera “sólo” representa el 4,5% de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero provenientes de la actividad humana en la UE.
«A nosotros nos gustaría que ese “solo” se convirtiera en “nada” y, por eso, las empresas de transporte a las que representamos ya llevan más de una década invirtiendo en ello: renovación de flotas, formación de conductores, vehículos más avanzados, nuevas tecnologías para optimizar la planificación de rutas con el fin de minimizar tiempos muertos y recorridos en vacío y uso de alternativas energéticas sostenibles», asegura Valdivia.
Es por ello que están a favor de cualquier medida que suponga un ahorro energético, tanto por un tema de compromiso medioambiental como por una cuestión económica, pues un tercio del coste total operativo de las compañías de transporte corresponde al gasto en combustible.
No obstante, en su opinión, lograr un transporte pesado por carretera climáticamente neutro sólo será posible cuando se respete el principio de neutralidad regulatoria, se fomente la competencia entre diferentes tecnologías ‘verdes’, y haya un compromiso equitativo por parte de reguladores, fabricantes, transportistas, cargadores y proveedores de energía.
"Es fundamental encontrar el equilibrio entre la lucha contra el cambio climático y un exceso de regulación en materia de sostenibilidad, cuyos objetivos y calendario de plazos asfixia a este sector tan estratégico", ha concluido Valdivia.