Con el viaje inaugural, ha comenzado un periodo de prueba de dos años para evaluar la tecnología que permitirá que el buque funcione de manera completamente autónoma.
Maersk y Yara, entre otras empresas, ponen en marcha un nuevo proyecto para probar el amoniaco verde como combustible marino y establecer una cadena de suministro viable.
Los 'scrubbers' de Yara han superado el test Marpol, lo que confirma su escalabilidad y su capacidad para el tratamiento de las emisiones de azufre en las embarcaciones de mayor tamaño.
Los sistemas de ciclo abierto aún son viables en el 80% o 90% del transporte marítimo, y está demostrado que las soluciones híbridas funcionan como máximo el 15% del tiempo en el modo de ciclo cerrado.