La presión en el sector del transporte marítimo de contenedores sigue siendo alta, debido al conflicto en curso en la región del Mar Rojo, la congestión en los puertos del Mediterráneo y Asia, la escasez de equipos y el adelanto de las importaciones.
Si los cargadores creen que se van a producir graves trastornos en la costa este de EE.UU., es posible que consideren la posibilidad de importar a la costa oeste de EE.UU.
La incertidumbre existente, sumada a las interrupciones en las cadenas de suministro, están alimentando el aumento de las tarifas, pero es la velocidad y magnitud de este reciente repunte lo que ha tomado al mercado por sorpresa.
El Índice de Emisiones de Carbono de Xeneta y Marine Benchmark alcanzó los 107,4 puntos en el primer trimestre de 2024, el nivel más alto desde que comenzó a elaborarse.
Es probable que otros puertos más grandes de la costa este puedan gestionar importaciones adicionales si Baltimore resulta inaccesible, pero la capacidad portuaria disponible es limitada.
El mayor aumento de las tasas del transporte marítimo se registra en las conexiones desde Extremo Oriente hacia la costa este de Estados Unidos, pues los datos sugieren un aumento del 17% de cara al 2 de febrero.
Cuanto más se prolongue esta crisis, más trastornos causará al transporte marítimo de mercancías en todo el mundo y los costes seguirán aumentando, dicen desde la consultora Xeneta.
Es demasiado peligroso para muchos buques navegar por el Mar Rojo y, por tanto, también por el Canal de Suez, que es la principal arteria para el comercio mundial.
Los contratos más antiguos se sustituirán en su mayor parte a principios del año que viene y los operadores quedarán expuestos a la debilidad actual del mercado.
Los datos de Xeneta revelan una tendencia al alza de los contratos a largo plazo, una situación potencialmente peligrosa para los transitarios en 2024.