Se prevé un aumento de la demanda de la tecnología WindWings de velas rígidas, que tiliza la propulsión eólica para conseguir un ahorro medio diario de 1,5 toneladas de combustible por vela y 4,6 toneladas de CO2 por vela en las rutas internacionales habituales.
El proyecto, que ha exigido la realización de simulaciones en el puerto de Huelva, evalúa el impacto del aumento de la superficie vélica en la maniobrabilidad y visibilidad del buque durante las maniobras en puerto, bajo diferentes condiciones climáticas.
La solución consiste en la instalación de velas mecánicas que aprovechan la energía renovable del viento para impulsar el barco y que disminuyen las emisiones entre un 5% y un 30%.
El fabricante está desarrollando una gran vela hinchable puede utilizarse como modo de propulsión principal o en modo híbrido, aportando un empuje adicional al del motor de la embarcación.
El puerto de Bilbao ha sido el escenario en el que se ha desarrollado el proyecto Sails for Cargo, que ha supuesto la instalación de las velas de succión más grandes en un buque, con el objetivo de reducir el consumo de combustible y las emisiones contaminantes.
Está previsto que este sistema auxiliar reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero en torno a un 5% en el trayecto entre Japón y Australia.
El sistema Wisamo, que puede utilizarse tanto en buques mercantes como en embarcaciones de recreo, utiliza la propulsión eólica, una energía gratuita, universal e ilimitada.