La naviera germana tiene previsto añadir un quinto centro regional en los Emiratos Árabes, desde donde controlarán el negocio del sureste asiático y la mayor parte de África.
Una de las mayores preocupaciones es que Qatar, que posee el 51% de las acciones, reduzca en un futuro su participación en la naviera árabe mediante la venta de acciones.
Los principales accionistas y los directivos de las navieras han dado el visto bueno a la fusión, pero quedan aún términos legales y administrativos que completar.