La línea, con una longitud de 307 kilómetros, se divide en dos secciones, una española de 214 km entre Zaragoza y Canfranc, y otra francesa de 93 km entre Canfranc y Pau.
Una vez evidenciada la necesidad de los corredores ferroviarios en España, según el gobierno de Aragón, ahora toca analizar cómo beneficia esta infraestructura a los puertos españoles.
A este respecto, se van a modificar los defectos del año pasado en la presentación del proyecto ante la UE para "intentar conseguir algún tipo de fondo", algo en lo que la parte francesa también "está en ello".
El consejero de Economía y Empleo, Francisco Bono, ha reivindicado el proyecto de la Travesía Central de los Pirineos, "un nuevo canal de comunicación hispano francés, que se encuentra en primer término entre Aragón y Francia.
Este eje podría transportar más de 30 millones de toneladas al año, según el estudio de análisis de la demanda de transporte de mercancías realizado por la Fundación Transpirenaica.
Durante la jornada se expondrán las ventajas que supondría la Travesía Central Pirenaica, como eje clave para el import/export europeo, con el objetivo de conseguir el impulso del sector para el establecimiento de la misma.
La red de transporte ferroviario posee una gran importancia como elemento vertebrador de todo el territorio para el ejecutivo autonómico, por lo que, a través de la mejora de sus infraestructuras impulsará el desarrollo económico y la generación de empleo en la Comunidad Autonoma.
Podría estar listo para 2020, por lo que los estudios del proyecto para unir Bedous con Canfranc deberían estar terminados entre 2015 y 2016 para poder comenzar las obras en 2017.