Stena Line ya tiene vía libre para poner en marcha una nueva terminal ro-ro en el el puerto británico de Immingham con una inversión de cerca de 240 millones de euros.
El operador sueco ha encargado al grupo tecnológico Wärtsilä modificaciones en los sistemas de suministro de combustible y motores para adaptar parte de su flota al uso de metanol.
Dirigir las operaciones en Ventspils le colocará en una posición de poder ante futuras oportunidades de expansión, teniendo en cuenta la importancia que está adquiriendo Letonia en el sector marítimo.