Desde finales de 2020, los costes de los materiales de construcción viven una escalada brutal, debida sobre todo al encarecimiento del acero, junto con las subidas del precio de áridos, hormigón o prefabricados.
La imposición de esta clase de recargos restringe la cooperación y reduce la transparencia entre los actores implicados en la cadena logística, lo que acaba generando rechazo en los cargadores.
José Luis Barettino, que en aquel momento era jefe del departamento de Secretaría y Asuntos Jurídicos, asegura que carecía de voz y voto en el Consejo de Administración.
El órgano nombra a un instructor después de que un informe acuse a la constructora de beneficiarse de los millones pagados a mayores por la Autoridad Portuaria de Gijón.