El barco se encuentra en fase de prueba, con el objetivo de evaluar el rendimiento, la fiabilidad y la integridad del sistema del mismo a través de más ciclos de carga y descarga.
El principal puerto chino de Shanghái registró una caída del 1,8% en la primera mitad del año, por los confinamientos por el covid-19, frente al crecimiento de casi el 9% de Ningbó-Zhoushan.
El puerto, que es desde hace 12 años el que más contenedores mueve del mundo, se sitúa por encima del de Singapur, cuyas cifras rondarán los 37,5 millones de TEUs.
Los buques, tanto de las principales navieras como los de las conexiones 'feeder', están descargando su mercancía sin que haya otros buques que lleguen a tiempo para cargar.
Maersk y Yara, entre otras empresas, ponen en marcha un nuevo proyecto para probar el amoniaco verde como combustible marino y establecer una cadena de suministro viable.
El puerto asiático tiene previsto no permitir la entrada de los barcos con estos depuradores de gases de escape de ciclo abierto para evitar daños medioambientales, aunque la medida podría reducir su tráfico.