El sector ha vuelto a hacer frente a los desafíos que plantea un nuevo pico estacional de fin de año en un entorno de alta incertidumbre y marcado por la crisis internacional de suministro.
El transporte se ha plantado con un paro patronal convocado para mediados de diciembre, mientras el Gobierno dice que quiere negociar, pero aún no se conoce su propuesta y se intensifica la movilización sindical en el sector.
En octubre, también se ha firmado el protocolo para la puesta en servicio de la autopista ferroviaria entre Algeciras y Zaragoza, y los puertos de Barcelona y Tarragona han confirmado su entrada en el accionariado de TIM Monzón.
Las desorbitadas tasas de carga, la falta de conductores y la congestión portuaria mantienen al borde del colapso las cadenas de suministro, en un mes en el que también se ha presentado el proyecto de Presupuestos Generales y se ha abierto el plazo de solicitud para los Fondos 4.0.
Ell transporte no acaba de encontrar su 'feeling' en la relación con el nuevo equipo del Ministerio y recela de sus intenciones. Mientras, ya se habla abiertamente de movilizaciones en un entorno en el que la incertidumbre no parece poner coto al dinamismo empresarial.
Los nuevos desarrollos en Cataluña, la Zona Centro, Andalucía y Murcia sobresalen en un mes marcado por los avances de los proyectos de Goldman Sachs en España, y la compra de activos de Pulsar por parte de P3 Logistic Parks.
El pico estacional de fin de año llega en un clima adverso para la gestión logística, presionada por los cuellos de botella en las cadenas de suministro internacionales, aunque con destacada actividad empresarial.