Este tipo de combustible logra resistir las extremas temperaturas que se llegan a registrar en ciertos países europeos, sin causar ningún daño al vehículo, al contrario que el gasóleo clásico.
Esta certificación, otorgada por SGS, acredita que el combustible adquirido en sus estaciones de servicio cumple con los más elevados estándares de calidad.
Según Red Tortuga, un conductor profesional cubre 6,750 km al mes, aunque en muchas ocasiones, realizan jornadas más largas de lo que que indican las cifras.