Sustituye a Eduardo Fernández-Cuesta que, tras 15 años en la dirección y 25 en la compañía, concluye una etapa y afronta nuevos proyectos profesionales, aunque continuará ligado a CBRE como presidente no ejecutivo.
Entre los retos que le esperan a Hernando, el más inmediato es el de la regeneración de la dársena interior del puerto, un desafío que hereda de Miguel Buen.