El Consejo Europeo despeja el camino de la 'Directiva Rider' que ahora espera su publicación oficial para entrar en vigor y para que se abra un plazo de dos años para que cada país la vuelque a su ordenamiento jurídico nacional.
Las credenciales las obtiene el gerente de la compañía, que podrá dar permisos a la plataforma a jefes de flotas y conductores con unas funcionalidades adaptadas a cada perfil.
Mientras el Senado da el espaldarazo definitivo a la Ley Rider, el Parlamento Europeo se opone a la laboralización automática de los repartidores de las plataformas en una reciente resolución.
Crece la presencia internacional de las plataformas digitalesy pone sobre la mesa la necesidad de contar con una regulación flexible y coordinada a nivel internacional.